La reacción es termodinámicamente irreversible y permite que la glucosa quede retenida en la célula
Gracias a esta reacción, la glucosa que entra a la célula ya no puede ser transportada hacia afuera.
La reacción es exergónica, por lo que in vivo no ocurre en el sentido inverso.
Se invierte energía para atrapar el azúcar dentro de la célula.