Aquí se muestra una tabla de purificación.
Los pasos indicados son un fraccionamiento con sulfato de amonio, y tres cromatografías, basadas en tres principios distintos:
CARGA
TAMAÑO
y AFINIDAD BIOLÓGICA.
Se registra el volumen total recuperado, la cantidad total de proteínas, la actividad biológica medida (en unidades arbitrarias) y se calcula la actividad específica, es decir , la relación entre actividad biológica y proteína total.
Más actividad con menos proteína, indica que tenemos una muestra más pura. Cuando la proteína está por completo pura, ya no será posible mejorar este cociente.
Dividiendo la actividad específica de cualquier paso de la purificación, por la del extracto crudo inicial, se obtienen las veces de purificación, es decir cuanto ha mejorado la pureza.
Además, el cociente entre la actividad total recuperada en cada paso, expresada como porcentaje de la actividad inicial, nos dará el rendimiento. Lo ideal sería tener un 100% de rendimiento, pero sabemos que esto no es posible.
En la purificación de proteínas, un valor cercano al 50% de rendimiento, se considera aceptable.
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