Una técnica muy poderosa para secuenciar las proteínas es la espectrometría de masas (MS).
La muestra vuela ionizada en un campo magnético que la desvía.
Luego colisiona con un detector para producir una señal.
Si la muestra se adsorbe a cristales de ácido bezoico o substancias semejantes. Puede desorberse con un laser y ganar protónes del ácido.
Entonces adquiere carga positiva, por lo que puede volar en el equipo y registrase. Dependiendo de su relación masa/carga, la posición en el registro es distinta y podemos saber la masa de la molécula con una precisión de ±1UMA.