Las proteínas integrales son también puntos de contacto específicos para proteínas periféricas y para proteínas del citoesqueleto.
Esto establece una red intracelular que organiza el citoplasma, da soporte a los organelos y permite los cambios de forma de las células Eucariontes.
A través de estos contactos, las células pueden también adaptar su forma, en respuesta al contactos con otras células amigas, o enemigas.
Esto juega un papel determinante en la integración de los tejidos, en Eucariontes multicelulares.